EDUCAR EN LA GESTIÓN DE CONTROVERSIAS

Los menores deben relacionarse, pero no sólo esto, es necesario un paso más, deben hacerlo y además deben hacerlo bien. Para que estas relaciones se lleven a cabo de una forma eficaz y enriquecedora para ellos y su desarrollo futuro, será necesario ir inculcándoles desde su infancia y desde sus ámbitos de referencia: primero la familia, y después familia y escuela al unísono, una vez que sean escolarizados, dos de las habilidades sociales que son esenciales, sin las cuales el proceso de socialización será ineficaz, estas son la empatía y la asertividad.

Siempre será necesario transmitirles la idea de que para poder socializar y relacionarse deberán mantener un discurso calmado, tranquilo y sin discusiones destructivas.

Hay que partir de la base de que todos desde nuestros primeros años de vida nos veremos enfrentados a situaciones de conflicto, es por ello que educar la escucha, la espera antes de arremeter o contestar visceralmente, reconocer al otro desde como persona distinta a mi, son temas a educar de valor fundamental y considerable.

Si los esfuerzos del centro educativo para educar y así mejorar las interrelaciones se enfocan solamente en escuchar, podríamos decir que ya tendríamos mucho terreno ganado.